Tradicionalmente se dice que Carolina Maria de Jesus fue descubierta por el periodista Audálio Dantas, pero bien se puede afirmar lo contrario. En abril de 1958, Dantas visitó la favela de Canindé, en Sao Paulo, para hacer un reportaje. Al notar la presencia del periodista, Carolina comenzó a vociferar contra unos hombres que estaban ocupando el parque para niños recientemente instalado en la favela. Les gritaba que iba a incluir sus nombres en el libro que estaba escribiendo. Sus palabras surtieron efecto. Audálio sintió curiosidad por saber de qué libro hablaba esta mujer negra imponente. Carolina llevó al periodista al rancho que construyó con sus propias manos y le enseñó una serie de cuadernos en los que había venido registrando sus escritos literarios. Dos años después, en 1960, la entonces prestigiosa editorial Francisco Alves publicó Cuarto de desechos, obra con la que la autora se hizo mundialmente famosa. Carolina nunca se resignó a ocupar el lugar que le indicaban, siempre defendió su independencia, y esto le costó permanecer en un segundo plano hasta las últimas dos décadas, cuando volvió a ganar visibilidad gracias, principalmente, a que escritores vinculados al movimiento negro o a la llamada literatura periférica, uno de los fenómenos culturales más importantes ocurridos en Brasil en los últimos tiempos, la reconocieron como gran antecesora. El presente volumen sigue ese movimiento de recuperación de la obra de Carolina, desde una nueva perspectiva, y busca ayudar a ampliarlo más allá de las fronteras brasileñas.
Carolina Maria de Jesus (1914 Sacramento (Brasil) – 1977 São Paulo (Brasil)
Carolina Maria de Jesus nació en una comunidad rural donde sus padres eran pequeños agricultores. Hija ilegítima de una campesina pobre, pudo asistir a la escuela durante dos años gracias a que la dueña de la parcela donde trabajaban pagó la educación de algunos de los niños del barrio, y esa breve experiencia en el colegio fue clave para despertar su curiosidad lectora. Trabajó como sirvienta en varias haciendas, hasta que fue expulsada cuando se quedó embarazada. En 1948 se instaló en la favela Canindé de São Paulo, donde construyó una chabola con materiales reciclados. Fue escribiendo su obra literaria en papeles que recogía de la basura, pero no consiguió publicar nada hasta 1960, dos años después de que la conociera el periodista Audálio Dantas. Este editó y publicó sus diarios bajo el título Cuarto de desecho, y la obra obtuvo un éxito mundial. Pero el éxito terminó ahí: sus siguientes trabajos no obtuvieron éxito y ella fue relegada al olvido. Falleció en 1977, a los 62 años. Actualmente varios escritores brasileños están haciendo una importante labor de recuperación de su obra.