Este libro y el ciclo de coloquios realizados que le da origen están centrados en la preocupación por un archivo feminista de pensamiento contemporáneo, con la finalidad de acercar las experiencias interdisciplinarias de quienes han sostenido poéticas, políticas y rupturas, así como memoria en el pensamiento y campo literario chileno. Participaron de estas charlas: Nelly Richard, Diamela Eltit, Carmen Berenguer, Gilda Luongo, Olga Grau, Teresa Valdés, Lorena Fries y Judith Butler.
“Y fuimos a buscar nuestras memorias feministas a ‘nuestro’ archivo, y en el archivo no las hallamos. Pero ¿qué buscábamos? […], ¿dónde estaba y qué era ese archivo? Suponíamos que los textos feministas debían estar en algún lugar accesible, pero ni siquiera sabíamos […] si existían en tanto tales. Sabíamos […] que había unas experiencias y unas reflexiones, pero respecto de la materialización de ellas […] no teníamos certeza. Y no la teníamos ni la podíamos tener, porque esa búsqueda presuponía que […] existiera un lugar/institución que dispusiera de aquellos materiales […]. Sin embargo, la misma institución es aquella que define qué guarda y qué olvida […]. Y nos dimos cuenta que lo que hace el feminismo o los feminismos en el rescate de sus memorias, es conformar un archivo desde otro lugar”.
Gilf
“Y cuando ustedes me han contado sobre este proyecto de recuperar la memoria, pienso que también hay otra forma de desaparición, es la desaparición de las que quedaron vivas, de todas esas mujeres que escribieron, que pensaron […], pero su escritura y su pensamiento no ha sido reconocida como legítima y ese es otro tipo de desaparición”.
Judith Butler
BRUPO DE INVESTIGACIÓN Y LECTURA FEMINISTAS (GILF)
El Grupo de Investigación y Lecturas Feministas (GILF) está integrado por Yesenia Alegre, Carolina Campos, Verónica González, Edda Hurtado, María del Pilar Jarpa, Damaris Landeros, Claudia Montero, Sandra Navarrete y Andrea Robles. Mujeres diversas, de distintas edades, venidas de diferentes lugares, pero que se fueron encontrando azarosamente en la ciudad de Valparaíso y que, en ese espacio ofrecido que fue también aquel abierto entre la academia y el activismo, se unieron por la inquietud personal de adentrarse en el pensamiento feminista. Inquietud que hicieron colectiva en la complicidad de sus heterogéneos sentires, pensares y quehaceres, y que las ha impulsado a ahondar en algunos puntos de fuga, para iluminar memorias de pasadas irreverencias feministas acontecidas en el Chile de ayer, y contribuir, así, a futuras resistencias feministas en el Chile de hoy y de mañana.