Suele ser difícil escribir sobre el dolor. Los riesgos al tratar de aprehender sus contextos sociales y de encarnar sus quiebres y recovecos humanos, como lo recordara Susan Sontag en Ante el dolor de los demás, van desde el amarillismo fácil hasta la sentimentalidad achacosa —formas de interpretación que, en lugar de provocar una respuesta implicada o una empatía activa, más bien transforman cualquier escena de sufrimiento en un estereotipo o una pétrea lejanía. Se trata de mecanismos interpretativos que por lo regular se rinden ante el estado de las cosas o, peor aún, que lo reproducen ya en su crudeza o en su impotencia o en su verticalidad. Contra este tipo de construcciones, emergieron hacia el último cuarto del siglo XX estudios que privilegiaron la perspectivas de los más débiles y, en su caso, el de las víctimas. En su afán por ofrecer la otra versión, la perspectiva alternativa, la mirada que iba de abajo para arriba, muchos de estos análisis transformaron al sufriente en un héroe, incluso a pesar de sí mismo.
“Cristina Rivera Garza”
Este libro es la 3ª edición de Dolerse.
Textos desde un país herido, contiene
nuevos textos escritos por la autora.
CRISTINA RIVERA GARZA (México/Estados Unidos)
Doctora en historia latinoamericana y académica de la Universidad de Houston en Estados
Unidos. Ha ganado diversos reconocimientos, entre ellos el Premio Anna Seghers para
literatura latinoamericana, en el 2005; en dos ocasiones, el Premio Sor Juana Inés de la Cruz
(en el 2001 y en el 2009), el Premio Roger Caillois para literatura latinoamericana, en el 2013,
y el Premio Excelencia en las Letras José Emilio Pacheco, 2001. Entre sus libros destacan: La
cresta de Ilión (2002), Nadie me verá llorar (2000), La muerte me da (2007), Verde Shangai
(2011), El mal de la taiga (2012) y Había mucha neblina o humo o no sé qué (2016).